Academia de bellas artes de San Carlos (exposición de 1854)
El artículo titulado Academia de Bellas Artes de San Carlos (exposición de 1854)[1] comienza, antes de hablar sobre la exposición, explicando en qué medida las artes podrían ayudar al país puesto que tiene el potencial: “Está probado que en nuestro país ecsisten las más bellas disposiciones para todo lo grande y lo sublime; más la inacción a que se hallaba entregado en el tiempo del gobierno colonial, y las continuas disensiones en que ha estado hundido desde su emancipación han sido grandes obstáculos que se han opuesto a su prosperidad y adelantamiento”.[2]
Seguido a esto, menciona el desinterés por parte del gobierno: “Las artes son sin duda la fuente que dá fecundidad y la abundancia á los pueblos, y las que desgraciadamente han sido ménos atendidos por nuestros gobiernos”. Y esto se debía más que nada a que justo en este siglo habían pasado eventos de índole política y económica, por ejemplo la venta de La Mesilla en 1854, que era lo más reciente, repercutiendo este acto no sólo a la economía del país sino en la sociedad entera, como el desinterés por la cultura.
Muchas eran las intenciones de la revista por hacer del arte ese algo que impulsara el desarrollo del país, por ello incluía en su sección de arte, reportajes sobre lo que sucedía en este entorno. Este artículo en especial, prosigue hablando sobre el poco interés de las artes, sobre todo de la pintura, para continuar hablando de cómo y cuándo se desarrolla la Academia de San Carlos.
Fundada en 1781, en su primera sede en la Antigua Casa de Moneda, para más tarde formar parte del Hospital del Amor de Dios. Tenía el objetivo de: “… educar y capacitar a los llamados “naturales”, es decir, los indígenas de la Nueva España. Para ello se invitó a artistas españoles relevantes, como Manuel Tolsá, que formaron parte del grupo de profesores que impartieron cátedra, tomando en cuenta los modelos franceses, ingleses y españoles como principal influencia.”[3]
Pero al pasar del siglo, y sobre todo sucesos como la Independencia Mexicana, tuvieron como consecuencia, el enorme desinterés por las artes, puesto que eran más importantes temas como política o economía, incluso hasta las ciencias y los descubrimientos; pero al dejar de lado las artes se vio reflejado en la sociedad, crisis llegaron, y no necesariamente económicas, sino de identidad y cultural.
Y por ello La Ilustración Mexicana, buscaba reivindicar de alguna forma las artes, a través de reconocer el talento de los jóvenes, es así que se redacta en febrero de 1854, el artículo que ya hemos mencionado; en él sobre todo describen la belleza, no sólo de los cuadros sino del recinto donde fue la exposición.
Tales cuadros en su mayoría de religión, característico de la época, donde también destacaban temas como mitología, historia, retratos y paisajes, que trataban de imitar las pautas del arte europeo.
Finalmente, como cada ámbito de la vida es un reflejo de la sociedad, las artes no fueron la excepción. La Ilustración Mexicana era igualmente un reflejo de la sociedad, pero viendo el lado positivo, creativo y científico, defendiendo siempre esos valores que perseguía el movimiento de la ilustración, por ello termina el artículo diciendo:
“Hemos creído convincente trazar al principio de este artículo una ligera reseña de la historia de la pintura en nuestro país para que se vea que los incontestables progresos de nuestros jóvenes son obra de once años, tiempo cortísimo en realidad, pero fecundo en buenos resultados, gracias a la feliz disposición que para las artes concedió la naturaleza a los hijos de este suelo, y a la actividad, eficacia é inteligencia de las personas bajo cuya dirección ha estado la Academia S. Carlos”.[4]
Con esa frase casi cierra el artículo, reflejando la inmensa esperanza que tenía la revista por los jóvenes, no sólo en las artes, si no para un progreso en el país.
[1]La Ilustración Mexicana. Página 716. Consultado el 23 de mayo del 2015 en: http://www.hndm.unam.mx/
[2]Ibídem.
[3] Academia de San Carlos. Consultado el 23 de mayo del 2015 Disponible en: http://www.fundacionunam.org.mx/de_la_unam/academia-de-san-carlos/
[4] La Ilustración Mexicana. Página 722. Consultado el 23 de mayo del 2015 en: http://www.hndm.unam.mx/